La intervención de reducción de pecho tiene como objetivo principal mejorar la calidad de vida de las pacientes a través de la eliminación de tejido mamario, con la consiguiente desaparición de dolores. Mejora la flacidez, la caída de los pechos y permite corregir determinadas anomalías o asimetrías. Es un tratamiento ligado generalmente a la mejora de la autoestima de la paciente.

Se trata de la octava intervención estética más demandada por las mujeres en España, con un porcentaje del  4,8%,  ligeramente por debajo de la rinoplastia (5,7%) y ligeramente superior al lifting facial (3%).

Una de cada 20 españolas pacientes de cirugía plástica se somete a una operación de reducción de pecho

De acuerdo con la información de la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Reparadora y Estética), una de cada 20 mujeres españolas que se someten a intervenciones de cirugía plástica se realizan una reducción de mamas.

Por edades, no existen grandes variaciones entre los diferentes grupos de edad y esta intervención llega a realizarse incluso en mujeres mayores de 60 años. Un dato que contrata con las operaciones de aumento de pecho, que tienen mayor incidencia entre el rango de edad que va de los 18 a los 44 años.

El dolor de espalda, causa principal de la reducción de pecho

Esta es la causa más frecuente por la que nuestras pacientes suelen decidir someterse a una operación de reducción de pecho.

Existe la creencia de que el dolor de espalda, y también de cuello,  de estas mujeres que tienen el pecho excesivamente grande se debe al peso que tienen que soportar. Sin embargo, la SECPRE informa tambien de que las molestias, que se originan sobre todo en las zonas cervical y dorsal alta, se producen principalmente por los malos hábitos posturales que estas mujeres adoptan para disimular ese exceso de pecho. Estos hábitos suelen incluir el encorvamiento de la espalda.

Otras causas para someterse a una reducción de pecho

En general, las pacientes que acuden a las consultas de cirugía estética lo hacen remitidas por sus centros de salud o por médicos especialistas en traumatología o reumatología. No obstante, además del dolor de espalda existen otros motivos que llevan a las pacientes hasta dichas consultas. Las más habituales son:

• Aparición de eccemas o intértrigo en los surcos submamarios.
• Excesiva presión.
• Marcas molestas en la piel de los hombros que producen los tirantes del sujetador.
• Dificultades para la práctica del deporte.
• Patologías como la hipertrofia mamaria virginal, un trastorno benigno poco frecuente que causa el crecimiento excesivo, difuso e incapacitante en algunos casos de uno o de los dos senos durante la pubertad. Aunque esta patología es benigna, se recomienda la reducción de pecho. No existe ningún otro tratamiento para esta afección aparte de la cirugía.

La cirugía de reducción de pecho

Esta operación, como explicamos en la ficha correspondiente a este tratamiento, consiste en la extirpación parcial de la glándula mamaria y de grasa y en la recolocación de tejido sobrante . Suele ir acompañada de una intervención de elevación de pecho, cuya finalidad reside en la reubicación de areolas y pezones.

Suele durar alrededor de una hora y media, se realiza con anestesia local con sedación general (aunque el paciente puede optar por anestesia general)  y el posoperatorio suele ser cómodo e indoloro.