¿Qué es el lipofilling?
El lipofilling es un procedimiento quirúrgico, levemente invasivo, que consiste en extraer la grasa de una zona determinada del cuerpo para injertarla en otra región del mismo. Los objetivos pueden ser múltiples: remodelar, mejorar cicatrices, rejuvenecer, eliminar arrugar o devolver volumen a alguna zona. Una vez se lleva a cabo la extracción de la grasa, debe ser procesada por los especialistas antes de su posterior inyección.
La inyección de la propia grasa permite un proceso de adaptación rápido al tratarse de elementos biocompatibles, por lo que no presenta, por lo general, grandes complicaciones. ¿Cómo se realiza? Puede realizarse con anestesia general o local, en función de las características de la intervención y de lo que el especialista considere más adecuado. En la mayoría de los casos no requiere hospitalización.
¿En qué partes del cuerpo se puede realizar?
El lipofilling puede aplicarse en cualquier zona del cuerpo, siempre que el doctor lo determine. Una de las zonas más comunes para realizar este tratamiento es la cara. El objetivo es lograr un rejuvenecimiento duradero, a largo plazo, mejorando la apariencia y combatiendo las líneas de expresión.
Esta intervención también se realiza en el torso, las piernas y los glúteos. Se trata de zonas que requieren un procedimiento más complejo, y en las que esta cirugía permite realizar una distribución personalizada de la grasa, brindando la forma deseada en cada caso por el paciente.
Beneficios:
El injerto de grasa tiene múltiples beneficios para los pacientes y, además, es una de las técnicas más avanzadas que existen en el ámbito de la cirugía estética. Entre sus beneficios más destacados, el lipofilling tiene un menor riesgo de rechazo. Como mencionábamos líneas más arriba, al tratarse de grasa de nuestro propio organismo, la aceptación de la misma es casi instantánea.
Ofrece una doble ventaja: al utilizar grasa de una zona del cuerpo para injertarla en otra, conseguimos reducir una región y a la vez solucionamos el objetivo principal. Es decir, remodelamos o solucionamos algún aspecto estético, mientras reducimos y trabajamos la zona del cuerpo desde la cual se extrae la grasa.
Resultados:
Debemos tener en cuenta que el resultado de esta cirugía es prácticamente instantáneo, y dependiendo de la zona, no requiere de un complejo postoperatorio. Es importante saber que muchas de las células adiposas maduras se pierden en la primera semana tras la cirugía. No obstante, con el paso de las semanas, las células progenitoras son estimuladas a convertirse en adipocitos y reemplazan a aquellas que se han perdido.
Aunque el resultado es bastante rápido, especialmente cuando se trata de rellenar arrugas o eliminar cicatrices, el resultado final se hace evidente y es duradero a partir del tercer mes, cuando las células están completamente integradas en su nueva región y se comportan como tejido graso natural.
¿Quién puede realizarse este tratamiento?
Cualquier persona con parámetros de salud favorables, independientemente de su edad, es perfecta candidata para este tratamiento. Al tratarse de la propia grasa del paciente, no posee contraindicaciones de alergias o rechazos. Por lo tanto, solo deberá atender a las indicaciones del médico que realice la intervención, y especialmente en relación al procedimiento y a la aplicación de la anestesia.
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