¿Qué es el botox?

Seguro que en más de una ocasión has escuchado hablar de ese tratamiento milagroso y tan a la orden del día que acaba con las arrugas y que popularmente se conoce como botox. Pues bien, lo primero que debes saber es que su nombre completo es toxina botulinica y que se trata de una neurotoxina elaborada por una bacteria denominada Clostridium botulinum.

Su principal característica es la capacidad de provocar parálisis muscular, por ello, además de utilizarse para el tratamiento de las arrugas, se aprovecha para tratar ciertas enfermedades neurológicas que provocan hiperactividad muscular. En medicina estética, al inyectarse en la piel, logramos relajar las fibras musculares y así disminuir su potencia de contracción. Con ello eliminamos la comunicación con los nervios originando una parálisis.

¿Qué puedo esperar del botox en el tratamiento de las arrugas?

El botox es un tratamiento indicado tanto para hombres como para mujeres que quieran prevenir o disminuir las arrugas faciales. Su efecto empieza a reflejarse a partir del tercer y cuarto día del tratamiento. Durante los primeros 10-14 días su efecto es progresivo: los resultados cada vez son más notables y logramos un rostro más terso y sin arrugas de expresión.

¿Cuándo debo empezar a tratar las arrugas?

Sentimos decirte que no hay una edad estándar para ello. Muchas personas acuden a la clínica a tratar las arrugas cuando ya han aparecido o presentan un estado avanzado. Pues bien, como dice el dicho, más vale prevenir que curar. No es necesario que las arrugas hayan aparecido o sean especialmente notorias para someterse a un tratamiento de botox. De hecho, la toxina botulinica contribuye a atenuar su aparición y ofrece un aspecto visiblemente más joven al rostro.

Llegados a este punto, es importante que sepas que no todas las personas requieren la misma cantidad de botox. Cuando nos sometemos a un tratamiento preventivo, la cantidad inyectada no será la misma que la que se utiliza para una persona que presenta arrugas en estado avanzado. Si quieres evitar que las primeras líneas de expresión se conviertan en arrugas completas, el botox preventivo será tu mejor aliado.

Proceso y duración

La aplicación de este tratamiento dura un máximo de 15 minutos teniendo en cuenta la preparación de la piel. Se suele aplicar en el entrecejo, la frente, el perímetro de la boca, a los lados de los ojos y en el cuello. Sus efectos no son permanentes, por lo que si una persona desea mantener sus efectos deberá someterse a su aplicación en repetidas ocasiones. Si bien es cierto, que la constancia contribuye a retrasar la aparición y el desarrollo de las arrugas y amplía los plazos de inyección. La duración media de un tratamiento dura entre 4 y 6 meses en función de las características propias de cada paciente.

Efectos adversos

Como todo tratamiento, proceso y medicamento, también tiene su cara B. La praxis de cada médico es fundamenta. La aplicación del botox para fines estéticos puede tener consecuencias negativas si no es realizado por un profesional cualificado. En este punto, en Clínica Freire siempre apostaremos por la medicina y cirugía responsables.

Los especialistas no recomiendan su uso en personas menores de 20 años o mayores de 65. Las mujeres embarazadas tampoco deben someterse a este tratamiento, así como aquellas personas alérgicas al complejo de la neurotoxina o sus excipientes. Además, puede causar cefaleas, náuseas, inflamaciones o parálisis facial si no se administra correctamente y en la proporción adecuada a cada paciente. Sin embargo, sus efectos adversos son poco comunes y suelen resolverse de forma natural durante las tres semanas posteriores al inicio del tratamiento.

¿Tienes alguna duda sobre este tratamiento? ¿Estás pensando en tratar tus arrugas con pero no sabes cuál es el tratamiento más indicado? Pregúntanos sin compromiso. Estamos a tu disposición a través del correo y también en nuestras redes sociales.