Mi nombre es Carlos, soy Profesor en un Instituto de Mallorca. Como agradecimiento con la Clínica Freire quería un poco contar mi experiencia con ellos.

Mi “problema” tenía que ver con mis párpados. Yo no era consciente de lo deteriorados que estaban, pero ya se encargaba mi novia de recordármelo todos los días. De hecho fue ella la que me generó el complejo, decía que había perdido “esa” mirada que tanto le gustaba, me enseñaba fotos recientes y las comparaba con las antiguas. Supongo que por amor uno es capaz de todo, y decidí informarme sobre cómo solucionarlo.

La verdad es que antes, cada mañana, al mirarme al espejo, aunque hubiera dormido bien, me veía cara de cansancio, una mirada apagada, me estiraba los párpados para ver cómo quedarían sin ese “pellejo” y apretaba las bolsas de los párpados inferiores hasta hacerlas desaparecer, imaginaba cómo serían sin ellas. Pero lo cierto es que me daba mucho miedo.

Mi compañero Paco me dijo que tenía un gran amigo cirujano en Valencia, Giovanni (el Dr. Freire) y que a su mujer la había arreglado un destrozo en los pechos, que fuera de su parte, que aunque estuviera en Valencia valía la pena ir, que era increíble.

Hice un viaje relámpago ida/vuelta el mismo día para informarme. Nada más entrar en la Clínica me sentí muy cómodo, más tranquilo. Fueron tan amables conmigo… y por no hablar de lo bonita que era la Clínica, yo les decía que parecía chill out, muy de mis islas. Me rellenaron todos los datos médicos, y la información fue realmente larga, muy completa. Me explicaron todo al detalle, cuál era mi problema, cómo lo corregirían y cómo quedarían. Lo cierto es que hubo conexión, empatía, me transmitieron lo que yo buscaba…”confianza”. Aunque seguía teniendo miedo, jamás me había operado de nada.

Dicho y hecho, tuve que ir el día antes de la cirugía a una visita, entregué las analíticas y  resolvieron mis últimas dudas. Ingresé por la mañana, la operación me dijeron que duró una hora, cuando acabaron sí recuerdo que tuve mucho frío pero con el tipo de anestesia que me pusieron me sentí muy muyyy eufórico, quería abrazar a todo el mundo, jajaja. Para el seguimiento me llevaron a la habitación y sobre las 6 de la tarde me dieron el alta.

Para ver cómo me encontraba, por la noche me llamó Roberto, que trabaja en la Clínica (por cierto, gracias por tanta paciencia con mis infinitos what´s apps).

Si me preguntáis si me dolió, la respuesta en NAAADAAA!!!. Me dijeron tenía que reposar, que me vendría bien no leer ni ver la tele, y que se hincharían algo los párpados, me saldrían morados, aunque no tuve muchos, me durarían una semana, y 5 días después de la intervención me quitaron los puntos. Soy deportista y no fumo, eso ayudó a que cicatrizara tan bien, de hecho no tengo ninguna marca.

Es alucinante el resultado, alucinante. Tan solo una semana después había recuperado los ojos que habían desaparecido, ahora me veo y parece que me he quitado 15 años, tengo los ojos grandes, despejados, ya no me pesan los párpados.

He llevado a mi madre y a dos amigas a operárselos y están geniales.

La verdad es que aunque ya no siga con mi novia, se lo agradeceré toda la vida, porque para sentirse bien, ayuda mucho verse bien.

Gracias a Giovanni y a todo el equipo, ¡muchas gracias!