Definición
Se trata de pequeños hilos, muy finos de sustancias reabsorbibles, que pueden ser dentados o no, y cuyo objetivo es el de tensar los tejidos que han sufrido un proceso de descolgamiento provocado por el envejecimiento.
Objetivos
– Disminuir la flacidez y el exceso de laxitud de los tejidos.
– Devolver al rostro las formas perdidas por el paso del tiempo, redefiniendo los pómulos y la línea mandibular.
– Disminuir la flaccidez de cuello, mejillas y surcos a ambos lados de la nariz.
– Mejorar de manera armónica y global la apariencia del rostro sin necesidad de cirugía.
Procedimiento
Se realiza de manera rápida, bajo anestesia local o tópica. Se introducen los hijos bajo la piel, auxiliándonos de agujas muy finas y poco traumáticas; pudiéndose colocar en una sola sesión varios hilos, según la necesidad y el área a tratar.
Resultados
Los resultados aunque inmediatos irán haciéndose notar con el paso de los días, y los mismos se mantendrán en el tiempo. Como un estiramiento de la piel de la cara y el cuello.
Puede haber cierta inflamación y sensación de tirantez los primeros días. Así mismo pueden aparecer pequeños hematomas, que se irán absorbiendo con el paso de los días.